jueves, 15 de septiembre de 2011

Eres lo que comes

“Solo los hombres de talento saben cenar”, era uno de los aforismos preferidos del más grande gastrónomo de la historia de Francia: Jean Anthelme Brillat Savarin, nacido en 1755 en la ciudad de Belley. Era el prototipo del cocinero de la época; gordo, sedentario y fanático de la buena mesa. Había estudiado derecho y escribió sobre política, economía y leyes, pero su obra cumbre que lo llevó a la fama fue: La Phisiologie du Gout o Fisiología del Gusto, publicada en 1825. El libro es un verdadero tratado acerca de la comida y su influencia sobre las personas. Tardó 20 años en concluirlo. Sus páginas incluyen los primeros consejos para hacer una dieta, aunque condenaba abiertamente la flacura. Sus recetas son altamente sofisticadas y entre sus ingredientes abundan las trufas, el paté de foie y las rosas, las mismas que se practican hoy en día en las mejores cocinas del mundo. Ingenioso, brillante, amante de la buena vida, no podía concebirse un banquete sin su presencia. Savarin murió a los 71 años.

A partir de Brillat Savarin mucha tinta ha corrido en relación a la manera de alimentarse, desde dietas buenas y malas a “menos malas”, pero lo que está claro es que cada vez hay más conciencia de que una buena alimentación es la clave de una vida sana; una dieta en base a frutas, verduras, aceite de oliva, cereales, carnes blancas y frutos secos hacen la diferencia.

Lo fundamental es aprender a alimentarse conociendo la importancia de la cantidad, calidad y la armonía de los alimentos que deben componer nuestra dieta.





importancia de un buen desayuno

Muchas veces no se le da al desayuno la importancia que tiene. El desayuno equilibra la alimentación y permite tener un buen rendimiento general durante todo el día. Como regla general, sigue estos consejos para obtener un desayuno eficaz.



1 En niños y adolescentes un desayuno completo debe tener hidratos de carbono de rápida absorción como el azúcar, la miel y los dulces para que suban los niveles de azúcar en la sangre y produzcan bienestar. También hidratos de carbono de absorción lenta que aportan el pan, galletas y tostadas.

2 Los adultos deben preferir frutas, lácteos descremados, proteína y alimentos bajos en colesterol y panes integrales.



3 También se ha comprobado que un desayuno que contenga proteínas: carnes, lácteos, huevos, prolonga el bienestar y retarda el apetito.



En síntesis, un desayuno ideal tiene: frutas frescas, jugos recién hechos; leche, yogurt o quesos; pan, cereales completos, repostería no muy dulce que utilice avena, arroz integral o trigo o frutas secas como nueces o almendras.


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